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The Daily
Abr23,2025

El pasado miércoles 9, el Comité de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte del Reino Unido (CMSC), una comisión de la Cámara de los Comunes, entregó un informe extenso sobre la situación del sector audiovisual principalmente, con recomendaciones al gobierno. En esas recomendaciones, que deben tener respuesta en dos meses, destaca notoriamente una carga del 5% para todas las plataformas de streaming (que cubren el territorio de UK). Lo recaudado, se subraya, será para "apoyar la producción de televisión británica de alta gama".
El CMSC, encargado de supervisar la labor del departamento al que pertenece y de los organismos públicos asociados, incluida la BBC, pide a la autoridad gubernamental que convierta en ley a esta imposición del 5% si los streamers no lo implementan por iniciativa propia en el plazo de un año.
¿Qué piensa la industria sobre este impuesto? Percy & Warren, agencia líder de relaciones públicas especializada en la industria cinematográfica y televisiva, fue la primera en intentar saberlo relevando a voces de la industria del cine. La encuesta se hizo principalmente con profesionales del negocio cinematográfico del Reino Unido y del extranjero y obviamente reveló un fuerte consenso a favor de un impuesto al streaming en el Reino Unido. Más del 80 % de los encuestados respaldó la intervención propuesta por el gobierno, y más del 83 % coincidió en que es hora de actuar. El apoyo a las cuotas de contenido local del Reino Unido fue prácticamente unánime. Más del 95 % afirmó que deberían mantenerse, y muchos exigieron reformas que reflejen el cambiante panorama de la producción, como incentivar la narrativa regional y potenciar las voces locales diversas.
¿Opinarán lo mismo los profesionales con intereses en el streaming? Apenas trascendió la propuesta de la tasa del 5% (conocida como ‘Impuesto Kosminsky’ por su impulsor, el director Peter Kosminsky) hace dos semanas, un portavoz de Netflix recordó que el Reino Unido representa su "mayor centro de producción fuera de Norteamérica, y queremos que siga siendo así", y remarcó lo inconveniente de un impuesto al asegurar que "en un mercado global cada vez más competitivo, es clave crear un entorno empresarial que incentive la inversión, en lugar de penalizarla. Los gravámenes reducen la competitividad y penalizan al público, que en última instancia soporta el aumento de los costes". Amazon y Paramount no ven claro qué podría resolver un impuesto al streaming y la Asociación de Radiodifusores Comerciales y Servicios a la Carta (ABCS), representante de los intereses de las grandes empresas estadounidenses en el Reino Unido, destacó que un impuesto podría perjudicar las series del broadcasting público al reducir los presupuestos de coproducción de las plataformas de streaming. La asociación industrial COBA (representa los intereses de los broadcasters de UK y los servicios bajo demanda) también se manifestó de forma crítica.
Los hallazgos de Percy & Warren se producen mientras el CMSC insiste en la amenaza que pende sobre la industria de producción del Reino Unido, con una caída del 27% en la producción televisiva de alta gama el año pasado. Su recomendación de un impuesto del 5% a las plataformas, subrayan en el Comité, tiene como objetivo proteger el contenido cultural británico, apoyar a los trabajadores autónomos y financiar programación original centrada en el Reino Unido, entre ellos dramas como Mr Bates vs The Post Office y Three Girls .
Las emisoras de televisión pública fueron elogiadas por su excelencia en noticias, documentales y contenido infantil, mientras que los encuestados también reconocieron que los servicios de streaming solían destacar en drama, comedia y animación para adultos. Muchos mencionaron los exitosos impuestos en Francia, Canadá y otros 15 países europeos, argumentando que el Reino Unido se está quedando atrás.
Percy & Warren remarcó que, si bien algunos, como el caso de Netflix y COBA, han expresado su preocupación por la reducción de las implicaciones para la inversión y el comercio, los defensores creen que las exenciones fiscales del Reino Unido, el talento de clase mundial y la ventaja del idioma inglés garantizan que siga siendo un centro de producción muy atractivo, independientemente de cualquier negociación comercial futura, incluso con una posible administración Trump.
Para Xander Ross, director de Percy & Warren, "ver un apoyo tan alto debería animar al gobierno a impulsar estrategias activas para proteger la industria cinematográfica británica y su talento. Por supuesto, nuestra industria no existe en el vacío; es evidente que es necesario considerar otros factores externos y preocupaciones políticas. En particular, cómo podría afectar esto a la posición negociadora de Gran Bretaña sobre un acuerdo comercial con Estados Unidos y si las plataformas de streaming reducirán su producción en el país. Sin embargo, desde la perspectiva de la industria, el gobierno parece contar con el respaldo de los productores para proteger a las emisoras de radiodifusión con un impuesto, que muchos consideran clave, ya sea para proyectar la cultura británica o para mantener a flote la industria de producción nacional".
"Nos encontramos en un momento crucial para el cine y la televisión británicos. El gobierno ahora tiene la oportunidad de apoyar a nuestra increíble industria y garantizar que las historias de nuestro país sigan contándose. Contamos con el talento creativo y técnico para producir contenido británico de primer nivel. Un impuesto al streaming debería formar parte de una transformación más amplia del modelo de producción del Reino Unido, que devuelva el control creativo y la propiedad intelectual a productores y estudios, en lugar de dejar que todo el valor fluya a los streamers", agregó Ryan Dean, fundador de RD Group.