Streaming
EEUU
The Daily
Nov24,2014
Con la dimisión del CEO, Rio Caraeff, el servicio de streaming de música y video se encuentra en una encrucijada sobre los pasos a seguir mientras la competencia crece intensamente en un mercado cambiante.
La noticia fue confirmada por la compañía hace una semana a través de un memo de la junta directiva: "Agradecemos a Rio por sus innumerables contribuciones a la compañía desde su lanzamiento en 2009 y le deseamos todo lo mejor en el futuro. Como CEO, Rio ha jugado un papel central en la construcción de Vevo, como el destino más visitado por video musical de primera calidad y entretenimiento, y en el crecimiento de la marca Vevo en todo el mundo. Como resultado, estamos alentados por el rendimiento actual de Vevo y entusiasmados con su potencial de convertirse en una plataforma masiva para el entretenimiento de música”.
La compañía no tiene un sucesor permanente, si bien la búsqueda de un nuevo director general se pone en marcha; el director financiero, Alan Price, tomará el puesto provisionalmente desde el 1 de enero de 2015.
A pesar de los numerosos interesados en la empresa, como Yahoo, Guggenheim y DreamWorks SKG; Caraeff no pudo realizar la venta pretendida en US$ 1.000 millones.
Los dueños de Vevo, incluyen a Universal Music Group, Sony Music Entertainment, Abu Dhabi Media Company y Google.
Los pasos a seguir no están claros todavía, dado un ecosistema de grandes consolidaciones entre grandes compañías de medios, que se introducen en el mercado de la música online. Es inminente el lanzamiento del servicio de suscripción, Music Key de YouTube, que desde la semana pasada salió en una versión beta.
Otro presagio para el difícil porvenir de Vevo, es la batalla legal entre artistas y los servicios streaming, como es el caso de Taylor Swift con Spotify. El sello de Swift, Big Machine, que es un actual socio poderoso de Vevo, está en conversaciones con terceras empresas que exploran la representación de los videos musicales fuera de Vevo. Esto se debe a que los streams de ciertos videos que no son los oficiales de los artistas, no son monetizados por Vevo, sino por la identificación de contenido de YouTube, que paga más de US$ 1.000 millones a los dueños de los derechos de autor.