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Global
The Daily
Ago4,2022

El operador satelital SES con sede en Luxemburgo, está en conversaciones con su rival estadounidense Intelsat sobre una posible combinación. Según un adelanto del Financial Times, las compañías buscan asegurarse de no quedar aisladas en una industria espacial de rápida consolidación que lucha contra rivales nuevos como SpaceX de Elon Musk.
Financial Times tuvo acceso a personas familiarizadas con el asunto que aseguraron que las discusiones se mantienen activas para un acuerdo potencial. Una fusión crearía un grupo con alrededor de US$ 4.000 millones de ingresos anuales, "pero aun se encuentran en una etapa inicial y no hay garantía de que lleguen a buen puerto".
SpaceX ha apostado por satélites más pequeños y baratos que operan desde la órbita terrestre baja (LEO). Recientemente rompió su récord de cohetes lanzados en un solo año. Por lo que los jugadores más antiguos de la industria se han visto obligados a lograr escala, y una estrategia de múltiples órbitas que abarque diferentes altitudes.
El movimiento de fusiones en la industria espacial se ha activado la semana pasada, con el operador francés Eutelsat informando su intención de adquirir el rival más pequeño del Reino Unido, OneWeb. Por otro lado, el operador estadounidense Viasat adquirió en noviembre pasado al grupo británico Inmarsat en un acuerdo por US$ 7.300 millones.
“En general, creemos que las asociaciones entre compañías de comunicaciones satelitales y la unión de capacidades complementarias pueden impulsar la competencia, lo que beneficia a los clientes y a las personas de todo el mundo que dependen de una conectividad perfecta”, indicaron desde Intelsat a Financial Times.
De acuerdo a analistas de Credit Suisse, las sinergias de una combinación potencial entre SES e Intelsat, podrían generar un valor de US$ 2.600 millones para los accionistas, lo que proporcionaría un aumento del 30 por ciento en el precio de las acciones de SES.
SES tiene una capitalización de mercado reconocida de € 3.500 millones y una deuda neta de € 3.600 millones, mientras que Intelsat salió de la quiebra a principios de este año con una deuda de US$ 7.000 millones.
Los satélites han sufrido rendimientos débiles durante los últimos cinco años, en parte debido a la disminución de los princiṕales negocios de los satélites geoestacionarios como el broadcast y video, el aumento de los costos de lanzamiento y la creciente fragmentación del sector, con más de 50 operadores en todo el mundo.