Adquisición
Global
Omar Méndez
Nov12,2013

OnCue es el nombre provisorio con el que se conoce a un proyecto que Intel Media tiene blindado a miradas extrañas, especialmente a las miradas de los técnicos de la industria. Luego de prometer que este "innovador" servicio de TV de pago se lanzaría a finales de 2013, la subsidiaria de Intel puso el freno recientemente y cambió de forma radical su estrategia . Al parecer, hubo resistencia a invertir en solitario cifras millonarias en programación, decantándose por la búsqueda de aliados con experiencia y poder en el terreno de la operación de TV por suscripción y en el de la programación y producción de contenidos. Desde el momento en que la empresa dio señales de abortar la autogestión de su "prototipo", anunciado en febrero pasado, aparecieron gigantes del mercado de TV de pago, sea con una oferta en mano o decididos a conversar para una posible adquisición o merger. Hace semanas fue Verizon; ahora es el turno de Liberty Global.
DOS EN PUGNA
El interés de Liberty Global, desvelado este miércoles por Bloomberg, no tiene como ancla a EEUU. Con base en Londres, el foco sería Europa en donde es propietaria de Virgin Media en el Reino Unido, y cuenta con operaciones de relevancia en Alemania, Bélgica y en otros países. Las negociaciones están temprana y podrían “caerse”, sostiene un reporte. Marcus Smith, vocero de Liberty Global en la capital inglesa, negó las conversaciones, diciendo que la historia de Bloomberg "no tiene fundamento". Chuck Molloy, portavoz de Intel, no quiso hacer comentarios. Las empresas de televisión de pago en Europa han sido más rápida en agregar contenido online a sus servicios tradicionales que las empresas en EEUU, lo que lleva a conjeturar que Liberty pretende utilizar el proyecto de Intel para sus intereses en Europa inicialmente. El mes pasado, Netflix firmó a un acuerdo con el grupo que preside John Malone para sumarse al paquete de televisión de pago de Virgin Media.
En el caso de Verizon, el interés sería comprar toda la división absoluta o asociarse con Intel Media en la oferta del servicio OnCue. La telco estadounidense tiene cinco millones de clientes de su IPTV FiOS TV y más de 100 millones de clientes móviles, a priori, un parque ideal para el producto de Intel. En caso de llegar a buen puerto una asociación entre estos grupos, Verizon podría llevar la nueva oferta a los contratos de móviles o con su servicio FiOS TV. Como se trata de un producto de banda ancha, puede servirle para entregar al cliente una experiencia móvil enriquecida, con resoluciones de imágenes cercanas a lo óptima con 3 Mbps o poco más, facilitándoles también televisión en vivo en sus smartphones y en las tabletas.
Aquellos que han estado cercanos al desarrollo del STB de Intel tienen pareceres semejantes. Si la empresa es paciente, la rentabilidad a largo plazo, podría ser muy grande, pues abriría una nueva clase de fuente de ingresos, y un nuevo mercado para sus chips. Si el dispositivo se abre el mercado de los set-top-boxes, si se demuestra una mejor manera de encontrar o ver la televisión, operadores de cable y empresas de satélites podrían tratar de tomar la licencia de la tecnología de Intel, o comprarla.
STB REVOLUCIONARIO
Intel Media está dirigida por Erik Huggers, vicepresidente de Intel, un ex Microsoft y ex BBC, quien armó un equipo de expertos en alta tecnología y media, llegados desde Apple, Netflix, Microsoft, Sky TV y Sony. Ingenieros de Intel basados en Oregon dieron su apoyo técnico al proyecto. Sólo en Oregon, durante meses, alrededor de 1.500 empleados de Intel y allegados interactuaron en sus hogares con el producto, a modo de testing, bajo condiciones de estricta confidencialidad. La propia filial del Rey del Chip hizo público el invento en febrero pasado, aunque sin dar más información que la básica. Se trata de una suerte de STB -opinaron los cercanos al piloto- que entrega televisión por suscripción, como la TV de pago de los players tradicionales, pero a través de Internet y usando una interfaz de usuario mucho mejor que la ofrecida por los operadores del mercado.
Se dijo entonces que la caja iba a ser el primer producto de consumo de Intel desde la era puntocom, algo extraordinario para una marca que es sinónimo de componente fundamental pero de otras marcas.
"No tengo ninguna duda de que será un producto convincente", le dijo al diario The Oregonian, Tim Hanlon, quien ha trabajado con varias compañías de video digital y que ahora asesora a la industria desde su compañía de Chicago, Vertere Group. Él tuvo el privilegio de ver prototipos OnCue y su juicio de valor debe tenerse en cuenta. “Nos fuimos muy impresionados. Para mí, se ve muy elegante y, potencialmente, es un elemento de cambio en términos de facilidad de uso", comentó.
Sin embargo, y sin cuestionar la valía del invento, y proyectándolo como una alternativa a las ofertas de TV de pago, Hanlon observó riesgos potenciales, coincidiendo con otros críticos del proyecto.
Intel se enfrenta a "un reto triple" para popularizar el nuevo dispositivo:
-Se debe crear una gran tecnología a partir de cero,
-Debe persuadir a los espectadores que lo necesitan, y
-Debe transformarse en una marca de consumo.
"Para muchos consumidores, Intel no simboliza nada. No significa nada. Básicamente es como una nueva compañía, haciendo un producto totalmente nuevo. Los dos son muy caros cuando se tiene poco o ningún valor de la marca", observó Hanlon. Lo de la marca es un aspecto. Es probable que sean más relevantes otros obstáculos naturales de la industria, como el de las negociaciones y acuerdos con las programadoras de señales de pago, y con otros dueños de contenido clave para atraer suscriptores.
El nuevo CEO de Intel, Brian Krzanich, no escondió sus dudas en este aspecto en una reciente entrevista con Reuters. "Creemos que tenemos una gran interfaz de usuario y una fantástica tecnología de compresión-descompresión. Pero al final, si queremos ofrecer ese servicio, todo se reduce a contenido. No somos grandes jugadores de contenido", reconoció.
"Estamos siendo cautelosos. Somos expertos en el silicio, somos expertos en movilidad, en el impulso de la Ley de Moore. Pero nosotros no somos expertos en la industria de contenidos, y nos estamos cuidando”. El reconocimiento puede que lleve a algún tipo de asociación antes de fin de año. Interés hay, como lo muestra el nivel de los pretendientes.